Muchos de nosotros que heredamos una empresa, ya sea de control de plagas o de otro campo, a menudo nos encontramos
luchando por entender el negocio principal. El simple hecho de ser dueño de una empresa no nos convierte automáticamente en expertos en sus operaciones, especialmente cuando nuestra experiencia no está relacionada con campos relacionados.
Heredé una empresa de control de plagas y, después de tres años, me di cuenta de que mi formación en ingeniería no era la más adecuada para gestionar los aspectos financieros de la empresa. Para superar esta
brecha, hice un Máster en Administración de Empresas (MBA) en la hermosa ciudad de Vancouver.
El programa de MBA me ayudó a adquirir una comprensión más profunda del mundo empresarial y me sentí
seguro de que estaba en el camino correcto. Creía que había logrado todo lo que necesitaba saber sobre
la gestión de una empresa, hasta que una experiencia humillante durante mi búsqueda de pasantías me hizo
reconsiderar mi trayectoria profesional.
Durante una entrevista de pasantía, compartí mi experiencia con los entrevistadores, uno de los cuales era dueño de una empresa de control de plagas. Pensé que esta conexión podría llevarme a una oportunidad laboral. En un momento dado, me hizo una pregunta que se me quedó grabada desde entonces: “¿Cómo manejarías una queja de un cliente de control de plagas?”. Respondí con seguridad, convencido de que los había impresionado. Sin embargo, nunca recibí una llamada para la pasantía ni ninguna oportunidad con su empresa de control de plagas. Muchos años después, me di cuenta de lo que había sucedido. La verdad es que estar sentado en una oficina administrando finanzas durante años no te otorga automáticamente la credibilidad de un entomólogo. Si bien administrar el aspecto financiero de una empresa es esencial, especialmente en un país como México, donde dirigir una empresa es una oportunidad rara y afortunada, no equivale a tener experiencia en el campo. Me di cuenta de que la pregunta del entrevistador tenía como objetivo evaluar mi experiencia práctica, que, en ese momento, era inexistente. Estar realmente involucrado en el aspecto operativo de una empresa de control de plagas significa comprender la biología, la morfología y el comportamiento de las plagas. La experiencia de campo proporciona un conocimiento práctico
valioso, pero la comprensión teórica es igualmente crucial, especialmente para aquellos que aspiran a
convertirse en un entomólogo certificado asociado (ACE).
En 2018, en la conferencia Orlando Pest World, me enteré del programa ACE. Intrigado,
exploré cómo obtener esta certificación. Los requisitos eran sencillos: cinco años de
experiencia en control de plagas y aprobar un examen. Aunque había pasado años en la industria del
control de plagas, mi experiencia era principalmente en finanzas y administración. No fue hasta el otoño de 2023
que obtuve suficiente experiencia operativa y entomológica para finalmente tomar el
examen ACE.
Obtener la certificación ACE es uno de mis logros más orgullosos. Algunos podrían decir que mi
MBA fue una pérdida de tiempo y dinero, pero no estoy de acuerdo. Sentí que todo el esfuerzo que había hecho, desde
prepararme para el examen de admisión al MBA, hasta terminar con éxito el programa y cultivar una
pasión por los insectos, me había llevado a este punto. Sin estas experiencias, no habría estado
preparado para aprobar el examen ACE ni para contribuir de manera significativa a las operaciones de mi empresa.
Ser dueño de una empresa de control de plagas no es lo mismo que ser un experto en control de plagas. Comprender
esta diferencia ha sido vital para mi crecimiento y es una lección que sigue dando forma a mi
enfoque de los negocios y la entomología.
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